lunes, 13 de marzo de 2017

¿Cómo los padres pueden ayudar a su hijo a enfrentarse a las burlas?


Los niños pueden llegar a ser muy crueles, sobre todo cuando se burlan de otros pequeños. Muchos se comportan de esa forma porque no han desarrollado completamente la capacidad de ser empáticos y ponerse en el lugar del otro. De hecho, los niños nacen siendo demandantes, exigiendo cuidados, solo más adelante desarrollan lo que se conoce como la “Teoría de la Mente” y son capaces de desarrollar la empatía. Por supuesto, también depende de la educación que hayan recibido.

En todo caso, siempre es conveniente preparar a tu hijo para hacerle frente a las burlas sin tener que recurrir a la violencia. De esta forma le ayudarás a crear una especie de coraza emocional para proteger su autoestima. Y se trata de un regalo invaluable para la vida.

La humillación duele, y mucho

Un estudio realizado recientemente por investigadores de la Universidad de Ámsterdam ha desvelado que las heridas que causa la humillación son mucho más profundas de lo que pensábamos. En esta investigación, publicada en la revista Social Neuroscience, los científicos escudriñaron dentro del cerebro de las personas mientras experimentaban diferentes emociones.

Para generar esos estados emocionales les leían diferentes historias y les pedían que intentasen ponerse en el lugar del protagonista. Así se pudo apreciar que la humillación desencadenaba una reacción a nivel cerebral mucho más intensa que la alegría e incluso que la ira.

En el estudio también se apreció que la humillación activa áreas cerebrales relacionadas con el dolor. Por tanto, estos investigadores alertan que la humillación no solo es una sensación muy negativa sino que incluso se percibe a nivel cerebral como un dolor. Por eso, sus consecuencias se pueden arrastrar hasta la adultez, dando lugar a una persona insegura o, al contrario, a alguien que responde con agresividad.

¿Cómo los padres pueden ayudar a su hijo?

Investiga qué está sucediendo

Para ayudar a tu hijo, primero debes comprender qué está sucediendo. ¿Por qué se producen las burlas? ¿Dónde ocurren normalmente? ¿Cómo ha reaccionado el niño? Se trata de que entiendas si, de alguna forma, tu hijo puede estar provocando las burlas y si estas son puntuales o se han vuelto regulares, en cuyo caso estaríamos hablando de acoso.


Ignorar la burla puede hacer que desaparezca

Explícale a tu hijo que cuando los niños se dan cuenta de que sus bromas surten efecto, porque provocan enfado o vergüenza, se envalentonan. Por eso, la mejor estrategia suele ser ignorar las bromas. Como los niños burlones lo que buscan es divertirse, cuando vean que no consiguen su objetivo, se darán por vencidos. Recuérdale a tu hijo que “a palabras necias, oídos sordos”.

Enséñale a responder con rapidez

En algunos casos, una respuesta rápida e ingeniosa, desarma al burlón. No obstante, debes dejarle claro a tu hijo que no se trata de responder con otra burla o con la violencia sino de forma que confunda al otro y le haga ver que su broma no ha hecho mella. Por ejemplo, si alguien se ríe del tamaño de sus orejas, puede decirle algo como “así puedo oírte mejor”. De esta forma el otro niño comprenderá que no le va a seguir el juego.

Muestra tu lado más comprensivo

En algunas ocasiones los padres no reaccionan bien cuando sus hijos les cuentan que alguien se está burlando de ellos. Algunos, en vez de apoyarles y mostrarse empáticos, les tachan de “cobardes”, “quejicas” o “llorones”. Sin embargo, la mejor estrategia es transmitirle amor y ser comprensivos. Por ejemplo, puedes contarle aquella vez en que se burlaron de ti y explicarle cómo te sentiste.

Fomenta las amistades positivas

Para evitar que las burlas laceren su autoestima, fomenta las amistades positivas de tu hijo. Permítele que pase tiempo con sus amigos y que se divierta. Cuando los niños tienen un círculo de amigos suelen sentirse más seguros y los otros niños se lo pensarán dos veces antes de meterse con ellos.


martes, 22 de noviembre de 2016

Ensayo Sobre El Desarrollo Motor



Introducción

El presente ensayo trata sobre el desarrollo motor de la niñez, dicho desarrollo es muy importante porque contribuye a ampliar sus capacidades, durante los primeros años de vida el desarrollo motor y mental del niño van íntimamente relacionados, a partir de su interacción con el medio que le rodea a través de sus movimientos y la manipulación de objetos el niño forma sus conocimientos. 

El progresivo descubrimiento de su cuerpo como fuente de sensaciones, la exploración de las posibilidades de acción y funciones corporales, constituirán experiencias necesarias sobre las que se irá construyendo el pensamiento infantil. Asimismo, las relaciones afectivas establecidas en situaciones de actividad motriz, y en particular mediante el juego, serán fundamentales para el crecimiento emocional.


Ensayo sobre el desarrollo motor:

El desarrollo motor es un  proceso donde los seres humanos adquieren de manera voluntaria los movimientos de su cuerpo, dichos movimientos se conocen como motricidad, está a su vez se divide en motricidad fina y motricidad gruesa. La motricidad fina son las habilidades para mover las manos y dedos, la motricidad gruesa es la destreza de realizar movimientos con todo el cuerpo.

Podemos fortalecer la motricidad gruesa a través de los masajes y actividades motivadoras de acuerdo a la edad del niño/a, cuando un infante muestra dificultad en la motricidad se le hace un referimiento a su pediatra, en algunas ocasiones su doctor lo refiere a rehabilitación si lo requiere, en ocasiones encuentran alguna debilidad motriz, donde recibe terapia para reforzar su motricidad gruesa.

Los niños/as reciben estimulación a temprana edad para que tengan un buen desarrollo y no presenten  dificultad a medida que vaya avanzando en el contexto escolar.
Es muy importante que los niños/as gocen de una motricidad fina bien definida, hay que trabajarle a temprana edad con actividades motivadoras para lograr que ellos tengan un buen desarrollo en la motora fina.

A temprana edad se le trabaja la motricidad a los niños/as para que tengan un buen desarrollo intelectual y no manifiestan ningún tipo de dificultad en el contexto escolar y personal.
Para que tengamos éxito con nuestros pequeños debemos involucrar la familia educarla y concientizarla para que tengan un conocimiento positivo de cómo deben ayudar a sus hijos a tener un buen desarrollo motor.

Los maestros del Nivel Inicial somos los responsables de construir una buena base  tanto en el desarrollo motor de los niños/as como en las demás áreas y dimensiones del desarrollo de la primera infancia, para lograrlo nos apoyamos en los masajes y otras  actividades de estimulación temprana.

Los recién nacidos pueden mover su cuello haciendo girar la cabeza de un lado al otro. A partir de los tres meses los niños pueden arrastrarse con su cuerpo de forma voluntaria.
En el primer año de vida los niños/as adquieren mayor desarrollo en sus movimientos lo que le permite explorar su entorno ampliamente y relacionarse con los demás, (principalmente los niños que son llevados a centros como las Estancias Infantiles), donde se evidencia los esfuerzos de las maestras del Nivel Inicial, con el paso del tiempo los movimientos de los niños se vuelven hábiles y la motricidad mas perfeccionada.

Algunos niños cuando no se le trabaja la motricidad tienden a tener problemas al avanzar de grado, por ende las maestras de Nivel Inicial debemos hacer énfasis en  lo que es la motora fina para que no muestren dificultad en la lecto escritura ni en otras áreas.
Aunque todos los niños logran alcanzar un desarrollo motor, no todos realizan las mismas cosas ni a la misma edad, no todos tienen la misma rapidez en sus movimientos por eso es bueno estimular a los niños desde su nacimiento, sin embargo si un niño no tiene dicha habilidad no es asunto de alarmarse, aunque si es pertinente consultar con su pediatra  para recibir la información adecuada y en caso de tener alguna dificultad poder iniciar una rehabilitación en el tiempo oportuno evitando daños mayores.

En ocasiones algunos niños sufren complicaciones durante el embarazo o el parto, lo que provoca que el niño nazca con  riesgos de sufrir traumas cerebrales que afecten o retrasen su desarrollo.

 Algunas personas,   tanto niños como adultos sufren accidentes o enfermedades donde se ven atrofiados sus movimientos y mediante terapias logran recuperarse,  estas terapias se identifican como terapia ocupacional  y terapia física; la primera se ocupa de rehabilitar  las manos y la segunda el resto del cuerpo o la motricidad gruesa.


                                                                                                                     Indhira G. Santana